Argumentario 261
Es el título de un libro publicado en los años 40 y traducido a más de 20 idiomas dedicado a los socialistas de todos los partidos y de todos los tiempos.
Escrito por el economista austriaco y Premio Nobel Friedrich Hayek
Para el Premio Nobel y, uno de los dos grandes economistas del siglo XX, el socialismo y el totalitarismo son esencialmente lo mismo, hijos del colectivismo, modelo de organización incompatible con la libertad humana.
Para Hayek toda planificación económica, por leve que sea, se basa en la creación de un supuesto interés general que se constituye en único objetivo del Estado.
Hayek asevera que la planificación económica es compatible cuando es para ayudar y corregir el mercado libre, en cambio si es para asfixiarlo conduce necesariamente hacia el totalitarismo y a la pérdida de las libertades individuales.
Para Hayek tanto la Rusia Comunista como la Alemania nazi, son ejemplos de países que desde el socialismo recorrieron el “camino a la servidumbre”.
Hoy, como ayer, cualquier política de planificación que invoca el igualitarismo esconde la planificación estatal del pensamiento, la cultura y la sociedad.
El “camino a la servidumbre” pasa inadvertidamente, hasta que ya no hay marcha atrás.
Son varias las naciones democráticas que en este siglo ya han seguido ese camino.
Venezuela ha culminado el proceso.
España lo ha comenzado, el camino a la servidumbre, hacia el final de la democracia.
Las libertades más elementales están en serio riesgo.
Educación, Eutanasia, Poder Judicial, Memoria Democrática unidireccional, Indultos a los Golpistas, Sumisión a los Filoetarras, Mentiras y Oscurantismo. Es el resumen de un aciago año para la vida y para la libertad en nuestro país.
Para los regímenes totalitarios el fin justifica los medios. Anulan la ética individual, la moral tradicional. Imponen su Neoética y su Neolenguaje.
Han sido el mercado y los principios morales de la sociedad en sus tradiciones y creencias, compartidas a lo largo de generaciones, los que han hecho posible el desarrollo de la civilización.
El discurso único, el relato revisionista, la imposición de consignas dogmáticas, sectarias e ideológicas siempre destruyen las sociedades
La intervención del estado es necesaria en muchas ocasiones, pero la planificación y la competencia sólo pueden combinarse cuando se planifica para la libre competencia, no en contra de ella.
El ejemplo más reciente de la Planificación es la destrucción de la educación concertada, que es el objetivo real de la ley Celaá. O el Salario mínimo, la confiscación de la sanidad concertada, la apropiación de las viviendas en alquiler y la subida de impuestos a las clases medias y a los autónomos.
La Nación está en riesgo de involución.
Solo comprendiendo y denunciando lo que Sánchez e Iglesias están perpetrando se puede impedir el alcance de sus propósitos.
El socialcomunismo quiere convertir a los ciudadanos en serviles seguidores de sus decisiones sin capacidad de respuesta ni de crítica.
Pero hay un socialismo democrático.
Y es a los socialistas democráticos, coprotagonistas del pacto constitucional y la construcción de la España moderna, de igualdad de oportunidades y bienestar a quienes corresponde estos tres años que quedan de legislatura parar esta locura en la que se ha embarcado su secretario general, hoy presidente del gobierno.