Argumentario 217
El PSOE pasó de ser un estrambote con Zapatero a una organización de extrema izquierda con Sánchez.
Son los socialistas democráticos los que tienen la obligación de volver a expulsar de la dirección de su partido a Pedro Sánchez.
Los socialistas democráticos han de recuperar al PSOE para la democracia y la Constitución.
Son los dirigentes y la militancia socialista los que tienen la obligación de apartar de la dirección del partido a quien lo está destruyendo con consecuencias trágicas para todo el país.
Los grandes partidos han crecido gracias al desarrollo de la Constitución y su despliegue por todo el país.
Son garantes de su pervivencia. Sánchez la está vendiendo a trozos a los populistas y separatistas.
Los socios de gobierno de Sánchez son comunistas.
Los socios del Parlamento son filoetarras y golpistas.
Esta es la trágica realidad de la España de hoy. Quien gobierna con extremistas y para los extremistas, es extremista.
Los mismos que ya hicieron el esfuerzo de apartar a Sánchez, por los mismos motivos, hoy evidentes, tienen que volver a hacerlo.
El PSOE ha de volver a la Constitución. Y la única manera es que desde dentro de la organización cambien a su secretario general.
Más de 5 millones de votantes han ido perdiendo los socialistas por el camino del extremismo.
Son la censura interna en su partido a Sánchez y, la exigencia de la sociedad democrática en su conjunto a los socialistas constitucionalistas, los que han de cambiar el rumbo de los acontecimientos políticos.
La responsabilidad absoluta hoy es de sus propios compañeros de partido. El PSOE tiene mecanismos internos, como ya hicieron, para hacerlo. No expulsar del PSOE a Sánchez los hace cómplices de su desastre.