Argumentario 35
“La democracia popular y el régimen soviético son dos formas de la dictadura del proletariado.”
Reunión de jerarcas comunistas en la Dacha de Stalin. Notas tomadas por Dimitrov, inventor de los Frentes Populares de Francia y España.
Ayer Iglesias con toda naturalidad habló de democratizar los medios de comunicación.
Porque Iglesias tiene una visión de la democracia heredera directa de los regímenes comunistas de la Europa del Este y de la que hoy desarrollan Cuba y Venezuela.
Las democracias populares, hoy las bolivarianas, son eufemismos camino de la dictadura.
Iglesias es un buen comunista porque nunca ha escondido sus intenciones.
Su puño en alto, su romance con los filoetarras desde sus inicios, sus llamadas a la persecución física al que no piensa cómo el, sus purgas internas, su sistema asambleario, su dacha en Galapagar, su presión sobre los jueces, la persecución a la Corona, su petición de rodear el Congreso en plena sesión, su cercanía con los okupas, su ataque constante a los autónomos y empresarios, su relación con las dictaduras bolivarianas, toda una panoplia de gestos avalan su inalterable posición ideológica.
Iglesias es un comunista. Y quiere que España o lo que quede de ella sea una república totalitaria, que es la alternativa que propone a la democracia constitucional.
Las algaradas de estos días con quema de contenedores y rotura de escaparates no denunciada por el gobierno y además criticando la actuación de la policía por parte del mismo. Es un paso más.
La democratización de los medios para que escriban al dictado, es una amenaza más.
Y así llevamos un año.
Sánchez mientras tanto deja hacer. Como cómplice o como tonto útil. En ambos casos responsable de semejante caos.
Iglesias nunca ha engañado. Es un comunista de los pies a la cabeza. No un comunista teórico, estudioso o filósofo, lo es de acción directa. Y está en el gobierno para ese único fin. Acabar con la democracia.