Fuente fotografía: France 24
Argumento 91
Sánchez pretende contarnos el futuro de España el próximo jueves cuando él ha destrozado la concordia del pasado y está asfixiando las posibilidades del presente.
Va a hablar de tres fracturas, territorial, social y generacional.
Las tres tienen como causante directo al propio Sánchez y sus secuaces.
La paradoja de hablar de solución al problema creado por el causante es, o paranoia o absoluta amoralidad.
España cerró todas sus fracturas en la Transición, las convirtió en suelo sobre el que edificar el futuro con la Constitucion y alcanzó todos los sueños compartidos con los años de prosperidad, bienestar y modernización gestionados sabiamente.
Primero Zapatero con ERC y luego Sánchez sumando Podemos y Bildu han roto los puentes de plata entre generaciones, entre territorios y entre diferentes maneras de entender la misma idea de España.
Todo funcionaba bien, con los lógicos vaivenes de las coyunturas económicas y geoestratrégicas; pero parte de la izquierda mas ideológica se dio cuenta que perdían posición y se enfrentaban a la nimiedad, y comenzaron a lanzarse a la calle, a montar algaradas, a desprestigiar la democracia y a poner en entredicho la propia Constitución de la libertad.
Fueron acompañados por falsos intelectuales y medios foráneos que se lanzaron sin rubor contra nuestro modelo de convivencia de libertades colectivas, individuales y territoriales.
Esa es la factura que estamos pagando por la ceguera egoísta de grupos que intentan sacar beneficio de tanta inquietud e incertidumbre.
Las fracturas a la que Sánchez alude se cerrarán de nuevo cuando desaparezca él y sus hipotecarios.