Argumentario 197
Desde el año 2000, año de la mayoría absoluta de Aznar, la izquierda radical decidió tomar la calle.
Desde entonces cada acontecimiento se convirtió en algarada.
Estos 20 años están llenos de pancartas, eslóganes, batucadas, coreografías, sentadas, acampadas, escraches, megafonía, amenazas, pintadas y pantomimas.
Llevar el debate a la calle. Presionar desde la calle. Coaccionar desde la calle.
-Una vez que Sánchez públicamente se ha desentendido de la crisis sanitaria, sus consecuencias y la negligente gestión de la pandemia.
-Una vez que la maquinaria de la propaganda ya está a pleno rendimiento.
-Una vez que la fiscalía se ha puesto descaradamente a favor del gobierno social-comunista y en contra de la oposición.
Ahora llega la calle.
Elegido el objetivo:
-El gobierno del PP de Madrid.
Y señalado con la visita de Sánchez a la sede de la presidencia regional. Comienza el espectáculo de la calle.
El Prestige, los recortes, el Ébola, las pensiones, el 0,7 para el tercer mundo, Irak, el G-7, la sentencia del “procés”, el Bulevar Gamonal en Burgos, la situación de las Cajas de Ahorro, los alquileres, el cambio climático, cualquier excusa sirve.
No importan opiniones, reflexiones propuestas o debates en las instituciones.
No importa el sufrimiento, el número de fallecidos, el desastre económico, el aumento exponencial del paro.
Importa tomar la calle.
Y ahora toca la pandemia.
Hasta que Sánchez e Iglesias no han encontrado el objetivo han estado contenidos.
Ahora ya lo tienen.
Nunca les importo el brutal alcance y balance de los contagios y la crisis económica.
La algarada callejera les servirá de nuevo para desviar la atención y continuar con el plan ideológico de desmontaje de la Constitución.