Argumentario 144
“El pensamiento único, es el pensamiento de quienes lo saben todo, de quienes se creen intelectual y moralmente por encima de los demás”
Nicolás Sarkozy
Si un juez, un periodista, un analista, un universitario, un pensador, un escritor, un profesional, un trabajador, un parado, un deportista, un cantante, un pintor, un ciudadano, dice algo que mínimamente corrija o matice el Pensamiento Único es apartado del grupo y apaleado social y civilmente de manera pública para que ni él ni nadie ose repetirlo.
Con la pandemia y su desastrosa y negligente gestión ya se están atacando desde diversos y estratégicos sitios al “disidente”.
La Fiscalía, la Abogacía del Estado, los medios de comunicación afines al régimen, los grupos de alboroto, las asociaciones ad hoc, el gobierno en pleno, los líderes políticos de izquierda saltan sobre quién sea y le crean un círculo de terror social.
El comportamiento del Pensamiento Único es salvajemente eficaz. Funcionan a bloque. Lanzan consignas, las elaboran laboratorios expertos, crean tendencia, las defienden en instituciones y foros, crean seminarios y cursos, agreden verbalmente al que opina diferente y si pueden las convierten en leyes de obligado cumplimiento bajo penas bien sociales, bien pecuniarias.
La era social-comunista comenzó con una andanada de Iglesias a los jueces.
Continuó con el nombramiento de la fiscal de cabecera de Sánchez para la Fiscala General del Estado.
Siguió con el ataque de la abogacía del estado a la primera jueza que imputó a un socialista por el 8M.
Y prosigue su camino atacando a la oposición política por no arrodillarse ante el Presidente del Gobierno y desde las posiciones más radicales amedrentando a periodistas que no siguen el relato oficial.
El pensamiento único en España se apoya además en los pensamientos únicos de nacionalistas o los grupos autodenominados “activistas”.
Partir y dividir la nación o la sociedad, coger cada trozo y elevarlos a rango de superioridad moral bajo el paraguas de los movimientos populistas, hoy gobernando.
Y perseguir al que opina diferente.
El despiste, la comodidad, la prudencia o la actitud timorata son sus mejores aliados.